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El bloc de un Pop Daddy, Daddy Pop

lunes, julio 30, 2007

Tres violinistas en el escenario

En el espacio de un año he conocido y visto 3 violinistas cantantes, especimenes que me resultan de lo más peculiares en este mundillo del pop.

El primero en conocer, aunque el último en ver en directo, fue Owen Pallett, conocido (poco) por su nombre artístico 'Final Fantasy', y a partir de éste fui descubriendo a estos camaradas de instrumento.

Me resultó curiosa la idea de un violinista cantante. En principio un violín me parece un instrumento de lo más incomodo para que además de tocarlo se preocupen en cantar pero la cosa es que, cada uno en su estilo, consiguen resolver esta dificultad.
Más características que comparten esto músicos es su originalidad, su multi-intrumentismo, su capacidad de experimentación, su búsqueda de nuevas formas en la composición, su ambición y su seguro futuro (aunque no sé si fama).

Siguiendo un orden más emocional que cronológico o lógico el tercero en conocer y segundo en ver en directo fue Andrew Bird este Terral en la playa del Peñón del Cuervo. De los 3 es el mayor, el que lleva más años en la carretera, desde el 96 lleva ya 8 discos a parte de varios directos. Es también el más virtuoso, en el sentido clásico de la palabra.


Tiene 2 características principales. Primero su forma de abordar los directos (característica que comparte con Final Fantasy). Él se lo guisa y se lo come todo. Toca una base con el violín y la graba y así va montando capa sobre capa hasta que hace una canción desde la nada. Encima pinta guitarras o xilófonos de modo que queda de lo más colorido.
Su otra característica son sus silbidos. Este hombre, casi más que cantar, silba sus canciones. Y lo hace bastante bien, para ser sinceros.
En su música tiene mezclas raras. Aunque últimamente suena más indie, en sus solos se aprecian toques clásicos centroeuropeos, ese jazz decadente de un violinista callejero que pudieras encontrar por las calles de Viena. Y en directo nos sorprendió con varios 'blueses' bastante callejeros.
De todos modos, y aunque no quería admitirlo, la sombra que se percibió durante todo el concierto fue Jeff Buckley. Como ya conté por aquí, este hombre abrió una nueva forma de cantar, una nueva forma de aproximarse a la música abierta a todas las influencias, un romanticismo oscuro y fatalista, y Andrew Bird hereda mucho, mucho de él.

El concierto, una pena. Casi solo. La gente pasando de él. Una prueba viviente de que algunos conciertos de este Terral debían haberse celebrado en el Teatro Cervantes.


El segundo en descubrir (y primero en ver) fue Patrick Wolf . De este ya conté el concierto por aquí. Entiendo que éste será el que tenga más éxito en el mundo de la fama. Es joven, guapo, glamouroso, las niñas bordeaban el ataque fan en su concierto. A parte sabe mezclar sus facetas, una romántica inglesa, cercana a lo gótico, de páramos desiertos con viento que aúlla, con otra más electrónica, desenfadada y festiva. E incluso en el último disco ataca por el pop más desenfadado creando canciones pegadizas con bastantes posibilidades de transformarse en éxitos de las radiofórmulas.

Y por fin llegamos a Owen. Final Fantasy vino al pasado AV Cervantes pero no pude verlo por incompatibilidades laborales. Durante este casi año he convivido con sus 2 discos hasta conocer todos sus ruidos, ritmos y rarezas y por fin, el pasado 19 de Julio pude verlo en Sevilla.



El concierto no fue el mejor. El sonido estuvo bastante regular e incluso parece que el tinto de verano que le acompañó le influyó en algún momento que otro.
Pero aunque comparta técnica con Andrew, aunque comparta juventud y desenfado con Patrick, aunque no tenga confianza en su voz y aún cante demasiado flojo. Aunque le busque muchos ‘aunques’ Owen Pallett tiene ese algo más que los otros dos no tienen. Owen tiene Magia. Y con eso no puede hacer nada ni la técnica ni el glamour.


En su concierto conseguía silencios extasiados de gente suspendida siguiendo su vuelo al violín.
Y se mezcla todo: la inocencia que desprende, la ilusión al acariciar el instrumento, la risa sincera. Y la hora y pico de concierto se transforma en un momento, un momento mágico que no deseas que acabe nunca. Así, hasta una versión de Mariah Carey puede sonar sublime.


La cosa es que este chico me parece tan capaz, tan inteligente, tan deseoso de experimentar, de descubrir nuevas facetas, que no le veo muy seguro un futuro en esto del pop. Anuncian disco para el año que viene, pero viendo su carrera de colaboraciones (Jim Guthrie, Arcade Fire, Hidden Cameras), de experimentos, de pasar de banda a banda (Les Mouches, Picastro) lo imagino más escribiendo alguna opera, o algún montaje teatral, o inventándose nuevos pseudónimos e inventando nuevas músicas.

Lo que es seguro es que no le voy a perder la pista y estaré expectante y atento a todo lo que vaya haciendo.

PS: También grabé (experimentando) unos cuantos vídeos con el movil. Si os atrevéis podéis verlos aquí, aquí, aquí, aquí y aquí

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1 Comments:

At 06 agosto, 2007 10:49, Blogger Janner Scouse dijo...

Y los tres se quedaron descalzos...
:-)

 

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