maladjusted

El bloc de un Pop Daddy, Daddy Pop

domingo, agosto 26, 2007

Ella baila, Sola

Si te dejan un gato durante un mes de verano mientras sus dueños se van por ahí de vacaciones, debes tener cuidado con qué dejas al alcance de su curiosidad. El gato es un animal que siempre tiene que averiguar que hay detrás de esa puerta, o en lo alto de ese armario, o entre las toallas, o para que sirve eso blanco que pulsan cuando entran en las habitaciones, o que son ese rollo de cables que se esconde detrás de la tele....
Un gato nunca para y nunca te deja tranquilo.
No puedes bajar la guardia.
Siempre está la pregunta de qué estará haciendo ahora.
¿Dónde se ha metido Sola?
¿Ha sonado algo en el cuarto del fondo?
¿Qué está arañando esta vez?

Y creo que esa es la principal regla de un gato, salvo cuando está durmiendo. Su único y principal interés es saber qué hay detrás, intentar llegar más alto, más lejos, más dentro de donde sea.
No le dejes una habitación cerrada. Será como un imán para su gigantesca curiosidad y estará intentando colarse por todos los medios.

Pues sí, este agosto hemos sido tíos adoptivos de una gatita, Sola. Como todos los gatos es una monada. Queda bien en todas las fotos, siempre tiene la pose perfecta, sabe cómo andar, cómo moverse, pero, ay, es la dueña de si misma. Sólo consiente lo que ella quiera en cada momento, es decir, olvídate de acariciarla si no te da antes su autorización, olvídate de jugar si no es su momento y olvídate de prohibirle algo: lo va a hacer quieras o no.

Esta visita inesperada nos ha obligado a un régimen de puertas y ventanas cerradas y, ay, la terraza se ha transformado en un territorio vedado. Sí, seguro que la gata habría sabido qué hacía y no habría cometido ninguna tontería pero, y ¿si su curiosidad la hubiera lanzado a explorar la terraza de los vecinos de abajo? Si hay que tener cuidado con un animal propio imaginaros con uno en acogida temporal.

Y en Agosto puertas, ventanas y terraza cerradas pesan bastante.


















Y aunque soy una persona de perro con el paso de los días hemos aprendido a conocernos, a tolerarnos y a cogernos cariño. De la cama ya se había hecho dueña cuando el año pasado estuvo por aquí, así que este año le ha tocado al sillón donde hemos compartido calurosas y recuperadoras siestas dignas de fotos que no vais a ver por aquí :-p

El gato es un animal que siempre está alerta, es desconfiado por naturaleza pero a pesar de su innata tensión Sola tiene un punto débil: El Hilo. Un simple hilo de seda dental y toda su cuidado, su disimulo, está desmontado. Es ver el Hilo y salir de donde esté escondida, despertarse del sueño más profundo y empezar su juego de persecución, saltos, bailes y carreras detrás del Hilo. Tanto le gustaba el hilo que descubrimos que además de gato teníamos un loro cuando una noche (su hora favorita de juego) empezó a hacer ruidos cual cotorra pidiendo jueguecitos con el Hilo.

Anda que no nos hemos reído con la gata-lora :-D

Y como todo tiene que llegar, un día también llegaron sus dueños para recogerla. Por supuesto fue otra pelea, no porque el gato no quisiera irse sino porque no permite que la metan en ese cajón de transporte. No creo que a ella le importe mucho estar en un sitio u otro. Ella va a ser reina y señora allí donde vaya.
Pero para nosotros esa marcha implicó que llegó el día después. Y esa noche echas de menos el ronroneo pidiendo el Hilo, o esos paseos nocturnos que no quieres pensar donde la están llevando. Y la mañana siguiente piensas que la vas a ver detrás de cualquier esquina o que va a aparecer para perseguir esa pelusa que mueve el viento o que va a plantarse cazadora de esa mosca tramposa que ha entrado por la ventana. Y no, no está.

Así que se le echa de menos, pero sin pasarse, que después de todo yo soy persona de perro.

Por lo menos hasta el año que viene :-p

PS: Dedicado a las crónicas gatunas de Oskar, Doris y Haddar

Etiquetas:

3 Comments:

At 26 agosto, 2007 19:19, Blogger Doris Day dijo...

Preciosa entrada :) Y espero que la descompresión post-gatuna sea leve.

Yo no era ni de perros ni de gatos. Ahora con mi sobris, sigo sin ser de animales, pero cada vez que hablo con sus papis pregunto por ella. Y cuando vienen a casa, tiene que ser con la gatilla. Me parece que la estamos consintiendo demasiado...

 
At 31 agosto, 2007 09:24, Blogger Oskar MG dijo...

Creo que si Athi leyera esto, se sentiría totalmente identificado! No he visto en mi vida animal más gamberro y adorable a la vez!!! Nos tiene hechizados a Claudia y a mí! =D


Está genial esta crónica del mes gatuno!!! ;)



P.D.: No sabía que Luis tuviera familiares de especie felina... ;P



1Abracho!

 
At 14 septiembre, 2007 10:14, Anonymous Anónimo dijo...

Y es que estos bichitos llegan con nocturnidad, nos saquean la casa y nos roban el corazón :)

 

Publicar un comentario

<< Home