Tres amigos: Teenage Fanclub

Ver a Teenage Fanclub es como volver a encontrarse con un grupo de viejos amigos.

Aunque sólo los hemos visto una vez antes, es como si fueran de la familia.

Desde que los descubrimos, cuando eramos una inmensa minoría, con el Bandwagonesque donde mezclaban pop y noise, hasta este último más tranquilo Man Made pasando por esa obra maestra que es el Grand Prix, todos sus discos tienen canciones y detalles de esos que te alegran el día.

Los perfectos herederos de las 3 grandes B's del pop: Beatles, Byrds y Beach Boys, (más un poquito de Neil Young), tanto que hasta alguna vez bromearon con cambiarse el nombre a Beenage Banclub ;-).

Pero es que a parte de la música, o quizás por ella, este grupo forma parte de mi vida y tengo momentos muy importantes grabados con esa música de fondo.

Aunque parezca mentira sólo los había visto una vez antes así que, desde que me enteré de que venían y encima el 1 de Marzo que caía en Sábado esquivando así el 'mardito exilio', han sido dos meses de ilusión contenida.

Se notaba que la gente tenía ganas. Muchas sonrisas antes de empezar. Muchos amigos de estos que nos vemos de concierto en concierto.

Tres viejos amigos, alguno más viejo que otro. A Raymond es al que se nota más estropeado, mientras Gerard sigue teniendo cara de niño y a Norman, aunque peine canas, se le nota ágil y sobre todo muy sonriente. No paró de sonreir durante el concierto y bromear con su gente.

Y además de estos tres amigos el Nice Man Francis McDonald, otro músico con recorrido en los grupos escoceses y autor de canciones de lo más pop y bonitas.

(Este It's All in my Mind no lo grabé yo, se nota, no? Se escucha tan bien que tenía que aprovecharme ;-))

El concierto fue casi un greatest hits, alternando canciones de cada uno de los 3 para ir variando un poquito. Muchas esperadas y alguna que me pilló de sorpresa (ese StarSign en el que se me oye cantando!) :-)

Aunque empezaron un poquito saturados no hay mal que no se arregle en 2 o 3 canciones, y en nada pudimos disfrutar de toda su magia.

El Cervantes es lo que tiene, muy buen sonido, pero no puedes bailar. Así que tienes que contentarte con un poco de meneo y balanceo en la butaca mientras llevas el ritmo con los pies. Y aunque el estar sentados nos hace parecer más tranquilos, con el paso de las canciones nos fuimos animando más y más, pidiendo canciones que amablemente atendieron y terminando con una ovación de las más largas que recuerdo. Casi 10 minutos aplaudiendo! No salieron a un segundo bis porque no les dejaron, según he leído por ahí.

(De esta lista cambiaron el Broken por el Neil Jung por petición del respetable)

Después llegó el momento fan, por lo menos para darles las gracias. Si son majos en el escenario más lo son en persona. Sencillos, modestos, alguno más tímido que otro, tranquilos y muy buena gente. Nos atendieron con ese hermoso acento escocés, nos firmaron discos, se hicieron fotos y nos dieron las gracias por haber ido. Fijate tú, ellos dándonos las gracias, con todas las gracias que teníamos que darles nosotros a ellos!

Conclusión: Una gozada de noche. De esas bonitas para hacer fotos con la cámara y con los ojos y guardar recuerdos que te puedan alegrar otros días más nublados.

Os dejo con mi favo, grabada furtivamente a los pies del escenario: Don't look back



PS Otras historias: 1, 2.
PS': Las otras canciones que grabé: The Concept, Take the Long Way Round, Ain't That Enough, It's All in my Mind, Speed of Light.