Hay tres Jueves en el año que relucen más que el sol. O no.

Eso dice el dicho pero habrá que tomárselo de un modo figurado porque este Jueves Santo de 2008, siguiendo los dictados de la primera luna llena de la primavera que suele traer agua, nos encontramos Málaga bajo una tormenta de las de rayos y centellas.

Y fijaros que, sin esperarlo ni que avisaran los servicios metereológicos, nos encontramos con una imagen que poquito podemos ver por aquí.

Cuentan las leyendas (y nuestros padres) que una una noche de Febrero de 1954 cayó nieve del cielo y amaneció Málaga blanca y reluciente.

Pues esta vez, en plena Semana Santa y con una nieve más gorda y sólida (sí, algunos prefieren llamarla granizo) nos encontramos con una Málaga blanca (por barrios) y unos montes que ni en cuentos.

Y como esto es lo más cerca que vamos a estar de la nieve, si el cambio climático no lo remedia, aproveché y me fui a hacer unas cuantas fotos, que quede algo más además del recuerdo ;-)