maladjusted

El bloc de un Pop Daddy, Daddy Pop

miércoles, febrero 14, 2007

¿Realidad Nacional? (II)

Pues pasó lo que tenía que pasar: Cartago dominaba el Mediterráneo pero surgió otra potencia, Roma, así que empezaron con sus piques particulares y entre guerra púnica y guerra púnica los romanos entraron en la península y para el 197 antes de Cristo ya nos tenían dominaditos a los andaluces. Primero formamos parte de la provincia Ulterior, es decir, la más lejana y cuando empezaron a organizarse un poquito mejor, sobre el 27 a.c. crearon la Bética.

Los romanos eran muy listos y muy habilidosos, pero sobre todo eran muy organizados, así que como sabían que no se podía ir por el mundo sin organizarlo nos dieron unas organizaciones territoriales que todavía sobreviven.

¿Era la Bética Andalucía? Pues casi. La Bética, como su propio nombre indica se centraba en las tierras que rodeaban el valle del Betis (el Guadalquivir) y sus costas mediterráneas, pero se quedaban fuera Almería y gran parte de Granada y Jaén. De nuevo la separación andaluza. Estas provincias de mayor origen bastetano pasaban a formar parte de la Tarraconensis y después de la Cartaginensis. Su frontera por el oeste era el río Annas (Guadiana para nosotros). La región se dividió en cuatro conventos: El Gaditanus (Gades), el Cordubensis (Corduba), el Astigitanus (Astigi) y el Hispalensis (Hispalis). Su capital se estableció en Corduba.
La Bética se romanizó bien romanizada, tanto que hasta un emperador salió de aquí, Trajano, y un filósofo de esos que a casi todo el mundo le suena, Séneca.
Con Roma la Bética mejoró bastante. A parte de las minas y la pesca nos transformamos en un importante foco de agricultura. Se exportaba vino y aceite de oliva (¿os suena?) y tenía tanto tirón nuestro aceite que se talaron nuestros bosques mediterráneos para plantar más y más olivos.
Algunos romanos de clase alta se vinieron a estas tierras instalándose en villas en el campo, aparte de la ciudad, con amplia servidumbre. Algunas de estas villas evolucionaron a pueblos, pero otras permanecieron con esa estructura de casa grande con amo y siervos y perduraron por siglos transformándose en eso tan andaluz que son los cortijos y los señoritos. Total que tan bien iban las cosas que en el 74 d.C. Vespasiano le dio la ciudadanía romana a los Hispanos. Todo un honor.

Pero los tiempos pasan y los imperios caen. La verdad es que nunca he terminado de entender en qué consistió la caída del Imperio Romano. Vale que perdieran poder, influencia, presencia militar, que sus territorios estuvieran más abiertos a las invasiones, pero ¿en cuánto tiempo pasó eso? ¿Cómo afectaba a la gente normal? ¿Que hacían los bárbaros cuando llegaban? ¿exterminaban a todo el mundo? ¿Pedían tributo? ¿Simplemente aprovechaban lo que había y se quedaban con lo que encontraban?
Fuera como fuese los visigodos llegaron a Hispania sobre el siglo V y por la Bética pasaron los alanos y los vándalos, que de rebote nos dieron el nombre que conocemos.
Como digo, esto de la caída del Imperio no pudo ser cosa de un día para otro. Así mientras que en la parte norte de la Bética algunos obispos conseguían cristianizar a los visigodos, las costas mediterráneas fueron reconquistadas por el Imperio Romano Bizantino, por el general Belisario y pasó a formar parte, junto con Mauritania, del Exarcado de África. De nuevo la tradicional separación de Andalucía y una (nueva) unión con el Norte de África.

Y como ya están los vándalos por aquí llega el momento de un nuevo capítulo.

Etiquetas: