Paseando por las calles de Malaca

A veces me pregunto donde está el origen de una ciudad. ¿Es una tierra capaz de dar caracter a sus habitantes o este caracter viene dado por siglos de historia, por tradiciones heredadas, por costumbres, por leyendas, por años de familias enraizadas en estas tierras?

Lo más claro parece ser lo segundo, es decir, que es la historia la que nos hace, pero a mi no termina de quitárseme el regustillo de que algo debe hacer el ambiente, las vistas, el terreno, el tiempo. Alguna importancia debe tener la bonanza del clima, la mar calma, los montes que nos rodean, el terral que nos quema en verano, la ciudad tranquila.

No en vano el paisaje es el denominador común para siglos y siglos de historia y cuando alguien levanta los ojos por encima o más allá de los monumentos, de los edificios, de las construcciones lo que hay es la semilla que hizo que en algún momento se asentaran aquí ciertos pueblos, que después llegaran los fenicios, nos dieran nombre y desde entonces empezara nuestra historia.

Y la semilla de Málaga está entre el monte Gibralfaro que baja suave y curioso hasta el mar y una pequeña bahía ajena a tormentas y mares revueltos. Un mar calmo donde desemboca un río vago y traidor, el Guadalmedina.

En el pequeño espacio a la sombra de Gibralfaro y junto al mar empezaría a formarse la ciudad antigua, la colonia que fundaron los fenicios sobre el 800 antes de Cristo. Seguramente ya habría alguien por aquí, los fenicios eran buenos comerciantes, así que tampoco sería extraño que se establecieran para facilitar sus negocios con los pueblos de alrededor. Aquí podían alojar sus barcos sin mucho peligro, la pesca era abundante, al igual que las materias primas. También los griegos montaron su colonia, cerca de la desembocadura del Guadalhorce, la misteriosa Mainake.

Y los fenicios nos dieron nombre MLK. En su escribir resumido no usaban las vocales, que eran obvias, y así el significado del nombre queda en penumbra, pasando a formar parte de la leyenda de la ciudad.

¿Venía de Factoria por las fabricas del codiciado garum purpura (que nos dio el morado de la bandera) que montaron aquí?

¿Fue la sal del mar y las salazones la que le dieron un nombre derivado de la 'mela', sal en hebreo ?

¿Tan importantes serían las fundiciones que se ven reflejadas en las tenazas de las primeras monedas para que su nombre viniera de 'malqa' 'torcer el metal'?

¿O quizás el nombre no era sino un anuncio del templo a la diosa Astarté que 'reina' (MLK) sobre los cielos?

¿Y no es curiosa también la coincidencia consonántica con MeLKart, dios fenicio 'patrón' de Tiro, ciudad hermanada con Málaga que terminó transformándose en el Hercules griego?

Sea cual fuere el origen aquí vinieron y aquí se quedaron. Y después sobre el II antes de Cristo llegaron los romanos en sus guerras contra los cartagineses herederos de los fenicios y tomaron la ciudad y le tomaron el gusto. Y la decoraron y la hicieron crecer. Y nos dieron el teatro romano y después, ya Malaca, nos hicieron ciudad del imperio con la Lex Flavia Malacitana en el 81 después de Cristo.

Me gusta pasear por esas calles del centro: Calle Alcazabilla, la Aduana, calle Santa María, la plaza del Obispo, San Agustín, Granada o las Plazas de la Merced y la Constitución y pensar que esos espacios eran andados hace 2500 años por gente que quizás iba a trabajar a las salazones, o a divertirse al teatro comiendo chucherías y grabando su nombre en las piedras, o a escuchar algún discurso en la plaza central. Malacitanos que podían ir a rezar al templo que habría donde ahora está la catedral o simplemente a asomarse a las playas que se posaban donde ahora está el parque. Ha pasado tanto tiempo pero la semilla sigue tan igual.

Y si queréis ver más, aprender más y sentir un poco más como era aquello tenéis ahora 2 exposiciones gratuitas. Una en el Palacio del Obispo sobre la historia del Teatro Romano y otra en la Aduana sobre la Lex Flavia Malacitana. Y no gratuita pero también muy interesantes las ruinas romanas y fenicias que se pueden visitar bajo el museo Picasso.

Y sobre todo, cerrar los ojos y pasear por la historia. Todavía huele a Málaga antigua.

Actualización: Vaya.... lo siento mucho. La exposición sobre el Teatro Romano terminó precisamente el día 14.... :-(

Mil perdones!

Nodoyuna estos días :-(