Nostalgia junto al Mar

Imperdonable.

Eso es lo que me merezco si no fuera que sé que la principal afectada me perdona porque me conoce y me entiende.

Imperdonable porque la exposición de mi tía Mari Carmen lleva 3 semanas largas y todavía no lo he comentado por aquí.

Y ya sabéis lo que me gustan mi tía y su pintura

Nostalgia del verano

En esta ocasión la exposición se celebra junto al mar, en el paseo marítimo de La Cala, en lo que antes era la antigua estación y ahora se ha transformado en una cuca sala de exposiciones, la sala Mare Nostrum.

Y la verdad es que me parece de lo más propio para exponer su pintura. Por la cercanía del mar, ese mar que se cuela en algunos de sus cuadros y que trae la nostalgia de tiempos cálidos y juegos en la playa.

Por ese extraño juego que trae el propio edificio que parece al tiempo una casa de muñecas gigante y un resquicio del pasado aclimatado a nuestros días.

Y sobre todo por el olor a sol, a mar, a risas, a niños que corren y gritan, a noches, a lunas, a sueños, a verano.

Me encanta que la exposición esté en un sitio tan vivo donde tanta gente pasa y pasea al día. Muchos sentirán la curiosidad y entrarán y algunos de esos muchos serán capaces de encontrar en sus cuadros ese lazo que les lleve a sus propios recuerdos, escondidos entre sueños y revividos junto a la orilla del mar. Esa es la magia de la pintura que, si funciona, al final te encuentras a ti mismo en el cuadro junto con el autor. Y ese encontrarse es una forma de comunicación para la que no hay palabras y que sólo se puede sentir.

Ángel y gatos

Aprovechad y sentidlo, que la exposición está abierta hasta el 10 de Agosto todos los días menos los Lunes (a mi tampoco me gustan los Lunes)

Jardín en invierno

Ser padres. It's a Boy!!!

Con toda seguridad el cambio más radical que se puede tener en la vida. En unos meses seré un 'padre'. Eso es mucho más denso que ser un novio, un marido, un amigo, un hijo, un trabajador, un juerguista, un dormilón, un vago, un músico, un poeta.

En unos meses habrá alguien que me mirará con unos ojos pequeños, que nos necesitará en cada momento, que nos llamará por la noche, sin palabras al principio hasta que vaya aprendiendo la vida. En unos meses me transformaré en una 'figura' que influirá en una persona durante toda su vida.

Y por supuesto mis miedos e inseguridades reciben un gran empujón con la pregunta: ¿seré un buen padre? ¿sabré transmitirle algo bueno? ¿algo de lo bueno que creo que tengo?

...

Ya sabemos qué es. En realidad ya sabemos quién es. Se llama Esteban y ahora nos mira con sus ojos cerrados desde dentro de

la barriga. Flotando en su mundo cálido de líquido amniótico. 18 semanas y 21 cm. Que grandullón!

Le hablo, le digo lo guapo que es (ahora puedo, sé su sexo), le cuento la Eurocopa y como ha ganado España y espero que me escuche, espero que se sienta a gusto en su mundo oscuro y callado, con el ritmo de un corazón que lo acuna, con nuestras voces y besos que lo arrullan.

...

Y sabiendo que es un niño tiendo a sentir la responsabilidad de que debo ser un ejemplo, que debo ser una guía, que debo... que debo... ¡No debo nada! Sólo tengo y lo que tengo es lo que soy. Y eso es lo que puedo dar.

Es increíble. Mientras lo escribo me doy cuenta de que no tengo miedo. Sólo tengo ilusión. Y mi único deseo es que sea feliz y que sea una buena persona. Sólo quiero poder llenarle de cariño, y que se sepa querido y que, con todos los vaivenes de la vida, sepa que estamos a su lado.

Espero aprender a ser padre. Espero que le valga un padre con todos mis defectos y virtudes, (menos mal que Ana me compensa)! y que, con o sin mi ejemplo, encuentre su forma de ser y pueda seguir bien en esta aventura de la vida.