Poner el principio de las cosas siempre es mucho más difícil de lo que parece. Para mi el principio está en los partidos de Sábado por la tarde en el polideportivo del colegio Maristas donde mi equipo entrenado por uno de los profes del colegio iba ganando a equipos con nombres raros como Askatuak, donde dos jugadores americanos venidos de Irlanda nos asombraban con sus mates, donde unos jugadores de cantera iban luchando, sacando de donde no había, para ir cada vez más arriba.
Recuerdo los cánticos, los paseos en moto arriba y abajo calle Victoria cuando ganaba el equipo.
Recuerdo el ascenso a Primera División cuando viajamos a Sevilla y terminamos manteando a Imbroda en el centro de la cancha.Y subimos a primera y recuerdo los partidos contra el Caja de Ronda, el enemigo por aquellos años, cuando nos mandaban a lo más alto del pabellón de Ciudad Jardín. Recuerdo que de vez en cuando incluso se ganaba a equipos con nombre, el Madrid, al propio Caja de Ronda, o se ponía en apuros a otros de los que tenían mucha historia.
Recuerdo como la fusión, que de desequilibrarse podría haber sido una experiencia destructora, se transformó en una fuente de energía que cada vez brilla con más fuerza. Y creo que todo el truco estuvo en las primeras veces de las 2 aficiones juntas en el pabellón cuando de pronto dejó de cantarse 'Hala Maristas!!!' o 'Caja!!!' para empezar a cantar todos juntos 'Málaga!!!'. Y ese ha sido nuestro grito de guerra desde entonces hasta ahora.
Y la historia comenzó a hacerse más grande. Y llegó la final del 95 cuando los esos traviesos dioses decidieron soplar en contra del triple de Ansley y todos vimos como a cámara lenta el balón chocaba contra el aro y se negaba a entrar (viéndolo ahora quizás, si hubiera entrado el triple habría sido un paso demasiado grande y demasiado rápido que podía haber descontrolado al equipo. O quizás no, que para elucubrar tanto se puede para un lado como para otro).
De todos modos, aunque aquel año el triple no entrara, fuimos los campeones morales. De pronto la afición en Málaga pasó a ser de unas 5000 personas a unas 10000. De pronto se llevaban nuestros jugadores a los equipos grandes. De pronto Imbroda era nombrado mejor entrenador del año. Y así empezamos a jugar en Europa, rozamos la Korac, vino Maljkovic, un entrenador ganador, seguimos creciendo, ganando respeto.
Por fin ganamos la Korac, primer título de verdad.
Y de 10000 pasamos a 12000 y 2000 se quedaban sin sitio.
Y seguimos subiendo y nos enfrentamos a la segunda final y nos dieron pa'l pelo. Y ya teníamos de bestias negras a Aito, al Bar$a, a Bennet, al Tau. Pero teníamos que curar nuestras heridas y volver a intentarlo.
Y de pronto de una de las decisiones más polémicas, la designación de Paco Alonso como entrenador (es buen entrenador, pero el equipo le venía grande), llegó el diseñador del momento histórico que estamos viviendo.
Llegó Scariolo (y su gomina). Y pasó de ser un entrenador odiado a trabajar para y con nosotros. Y aprovechando lo que había logró el milagro de llegar a otra semifinal tras aquella zona de 40 minutos al Pamesa.
Y Scariolo, aprovechando su verbo fácil, su inteligencia, logró convencer a Jorge de que en otros sitios podría ganar más dinero, pero aquí podría hacer Historia.
Y vino Jorge.
Y el equipo empezaba a encajar: Pepe, Berni, Carlos, Lazaro, Bremer, Hermann, Risacher, Jorge, Pietrus, Fran y Tabak. Y cuando las lesiones nos respetaron ganamos la Copa del Rey, una copa que sabía a gloria y que hacía ver que se podía. Y después llegó el milagro contra el Etosa remontando el 0-2 y ganando 3-2.
Y llegamos a este año. Vinieron Santiago, Nicevic y Marcus. Se fueron Tabak, Vazquez y Bremer. Y de pronto nos estabamos acostumbrando a ser los ganadores. Mejor equipo de la 1ª fase de la Euroliga, clasificación relajada para la Copa del Rey, y al terminar la Liga 1º puesto. Y que importante ha sido ese primer puesto!!!
No sé por qué pero desde que hemos llegado a estos play off en Málaga se sentía que esta vez era la buena, que esta vez sí, que esta se sabía que vez el triple entraría. Primero aparecían pancartas anunciando que el triple entraría, de pronto un anuncio mostraba a Jorge tirando un triple y ganando. Todo parecía dibujado. Los cuartos contra Estudiantes resultaron más fáciles de lo previsto. La semifinal contra el Joventut empezó bien, pero Aito, perro viejo, mandó morder y nos mordieron y atenazaron. Pero aún nos quedaba el Carpena donde en el que se puede considerar primer partido de la final conseguimos derrotar al Joventut de un Aito enfadado y llorón. El partido en el que he visto un ambiente más impresionante en años de baloncesto.
Y llegó la final. Y la final ahora se me resume en el último minuto y medio cuando íbamos remontando punto a punto. Quedando 3 minutos sabía que si nos poníamos a 5 ellos empezarían a ponerse nerviosos. Y llegamos a los 5 y bajamos a los 3. Y ellos seguían atascados. Y salió nuestro héroe que metió 10 de los últimos 12 puntos. Quedando 1 minuto y medio estabamos a 3. Ya no podíamos ver el partido sentados, estábamos de pie frente a la tele, semiabrazados, queriendo y no queriendo mirar. 2 tiros libres de Marcus. A 1. Pierde el balón el Tau,
semicontrataque, se abre Garba y TRIPLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!
Y ya daba lo mismo, el Tau estaba tocado y no podían. Ni pudieron ganar ni supieron perder. Pero da igual. La gloria era nuestra. La historia había cambiado. Se había hecho justicia.