Bienvenido a casa Esteban!

Hola pequeñito

Ya has pasado el primer finde en casa, con sus baños y sus cambios de pañales, con todos sus tomas y sus bibis, con sus días y sus noches (sobre todo sus noches), con sus gases y sus (por fin) caquitas.
Después de 10 días largos y lentos en el materno, ese sitio donde hemos vivido mucha ilusión, una enorme alegría, algún sustillo (que te proporcionó un peinado cherokee), mucho cariño y, por fin, un alta con destino una nueva vida, la que empieza en cuanto llegamos a casa.
(Un abrazo a los que todavía están allí dentro... toda la fuerza desde aquí)

De estos días recuero los 3 primeros días muy ligeros, con un pequeño mosqueo con la profesión médica por retrasar algo que ya estaba a punto de pasar, pero bastante tranquilos para lo que teníamos entre manos.
Después llegaste, en este caso antes de los dolores (cosas de la cesárea), y el momento en el que te trajeron a la habitación y la enfermera me dijo que si me atrevía a cogerte todo empezó de nuevo. Los relojes se pusieron a 0 y una nueva etapa comenzó. Me parece que esto es lo importante de lo de ser padre, el atreverse a hacer cosas que nunca se han hecho y hacerlas sin dudarlo, a pesar de todas las inseguridades que se hayan tenido con antelación.

3770 gramos y 50 cm (según el metro del médico que te trajo al mundo) a las 10:10 del 3 de Diciembre de 2008 mientras mis papis y mi hermana me arropaban en la sala de espera y Ana escuchaba despierta como llegabas.
Para que no se nos olvide a ninguno

Después recuerdo como esa noche, en un momento de tranquilidad después de tomar el pecho, te quedaste mirando a tu mamá y era como si de pronto te fijaras por primera vez en lo que era el mundo, y en los ojos de Ana encontraras algo bueno a lo que agarrarte y por lo que valía la pena estar aquí. La mirabas como si la conocieras de toda la vida (y así es) y como si por fin reconocieras qué había estado pasando fuera mientras tú estabas calentito allí dentro.
Ese mirada me la dirigiste a mi al día siguiente, una de las veces que te cogí en brazos y te me quedaste mirando, siguiendo mi boca e intentando imitarla, serio y concentrado, como intentando encajarlo todo .... ayssshhhh... que se me hacen los ojos agua :-)

Primera noche con esa eterna insatisfacción, al día siguiente muchas visitas y mucho cansancio, y muchos dolores que aún seguía teniendo mamá.
Segunda noche y las mismas historias: sueño, visitas y dolores y el tercer día, cuando todo parecía de lo más normal, surgió la fiebre y con ella el miedo... y con el miedo la angustia, y las lágrimas, y la impotencia, y la desesperación... :-o

Ahora lo miro y sé que todo pasó, y no fue nada, sólo precaución, pero qué doloroso fue ese viernes de dolores y ese sábado de pasión.

Pero después nos fuimos acostrumbrando a visitarte a la planta de neonatos, a darte la teta y el bibi. Y tu padre se especializó en colarse, y en vestirse de cirujano por si las moscas, y mamá volvió a sonreir porque podía cogerte en sus brazos que te quieren más que a nada. Y llegaron días, no sé ni cuantos, de conocer gente y historias, muchas con mucha esperanza y alguna muy triste. En estos sitios y momentos todos nos unimos y todos sentimos por todos, tanto las alegrías como las penas.

Y te dieron el alta. Y a mamá todavía le quedaba un día, pero ya estabas con nosotros y ya nadie te iba a llevar de nuestro lado.
Y empezaste a reirte, aunque la gente diga que es un reflejo.
Entre las caras que ensayas para la vida que viene, de vez en cuando te sale una sonrisa preciosa que deseo que practiques más que nada en el mundo.
Tienes tu carilla de sorprendido, tu cara de berrinche, tu cara de sueño, tu cara de mirar atento, tu cara ángel, tu sonrisilla y tu cara de cosquillas. Has sido gatito, ranita, nuestro rey, nuestra cosita, un bichillo y una manga de crema pastelera, has bailado flamenco y te has agarrado con uñas y sin dientes, cuando el frío o el miedo te recorrían la espalda

Y ya llevas 4 días en casa (con sus noches) y esto es un no parar. No da tiempo a nada. (Si tenéis algún plan para cuando tengáis un hijo deshacedlo. No es posible.) Todo gira en torno a ti. El centro de gravedad de la casa está ahora mismo al ladito de tu carita, así que todo lo demás pasa a un ultimísimo plano. Tan claro lo tengo que hasta ya ni me siento Maladjusted. Si me siento algo es un Pop Daddy, Daddy Pop...

Pero se está tan bien cuando se te tiene cerquita. Ya nada más importa. y sólo quieres que todo siga para adelante, dejando atrás miedos y esquivando dudas. Y que tú crezcas lo mejor posible para conseguir lo que todos nos merecemos: ser feliz.

Así que por aquí estaremos tus papás que te quieren, cuidándote y ayudándote a crecer.

Un beso muy grande Esteban.

Tu papá que te quiere mucho.

PS: cuando el bloguero anteriormente conocido como Mingorance tuvo su niña y desapareció tanto de internés como del grupo lo entendí sin problemas. Ahora lo comprendo del todo. Disculpadme si estoy un poco desaparecido.

PS': Definitivamente: 3 NO es multitud :-)