21 de Julio. El día rockero. (II)

Primer día de verdad en Benicassim. Las constantes las de siempre. Sol y calor. Y eso que el parte meteorológico nos había ilusionado con previsión de nubes.
Ya en la carrera nocturna habíamos observado que desde el 2002 el pueblo había crecido. La antigua estación de ferrocarril en mitad del pueblo había sido sustituida por unas modernas pasarelas de cemento en las afueras. Habían desaparecido las vías que con tanto cuidado cruzábamos. Habían crecido parques y se habían mejorado calles y paseos. También había aumentado el número de supermercados auténtico símbolo de la prosperidad de un pueblo. Menos mal, que sería de nosotros sin un Mercadona a mano.
También comprobamos con gusto que había cosas que seguían igual: las famosas hormigas de Benicassim seguían en su sitio.
De todos modos el principal cambio del FIB de este año era el increíble número de guiris que había. Y más que guiris hay que decir británicos. Sólo hacíamos cruzarnos con ingleses. Después nos enteramos que el 60% de los abonos se ha vendido este año en el extranjero. Con razón se acabaron tan pronto!!! Tantos guiris había que el idioma oficial del festival ha pasado casi a ser el inglés y que he hablado más inglés en estos 4 días que en casi 2 semanas el año pasado en Inglaterra.

Y como habíamos decidido aprovechar a tope a las 15:30 salimos hacia el recinto de conciertos.
Entre la caminata entre el camping y la parada de autobús y desde donde nos dejó el bus hasta el recinto nuestros pies sufrieron el primer ataque... pero, ¿qué importa?! Por fin estábamos allí!!! Con nuestras pulseras, nuestro programa de mano, nuestros bocatas, nuestros tickets para las bebidas. Todo listo para no parar.
El recinto también se notaba mejorado. Han aumentado las zonas de césped, han puesto ventiladores para refrescarnos de los calores y humidificadores en algunas carpas para que no nos deshidratemos demasiado. Guay.

1º concierto. Sala Fiberfib.com. Ganadores del concurso de maquetas y malagueños. Tom Cary. Está claro porque estábamos por allí, ¿no? Malagueños del Fib, unite and take over!!!
De pinta despistaban un poco. El bajo y el guitarra parecían 2 hermanos empollones con sus gafitas y camisas seguro que de buena marca. Pero nada más empezar a tocar se notaba que sonaban bien. En sus momentos más explosivos sonaban a Jesus and Mary Chain y en los más desgarrados a los Doors. El concierto avanzaba entre la angustia del cantante, los arrebatos del bajista, los experimentos del guitarrista (ponerse a tocar la guitarra con un cuchillo :-o) y los gritos del batería.
Desde luego si el concurso lo ganaron con una maqueta en directo ganan más enteros todavía. El concierto lo terminaron por el suelo, con la batería desmontada y el guitarrista flagelándose con el cable de la guitarra. Vaya forma de empezar un FIB!

Si a los primeros los quería ver por ser malagueños los segundos eran uno de los experimentos del FIB. La sección 'Un pop classik', una mezcla, no demasiado original pero si apreciable, de grupos pop con orquestas sinfónicas.
Así a las 17:30 los miembros de la orquesta, elegantemente vestidos, fueron ocupando sus asientos para comenzar la introducción hasta que apareció el grupo Dionysos.
¡¡¡Vaya sorpresa!!!
Principalmente grupo punk pero con todo tipo de mezclas: cabaret, dj, chanson francesa (que fino queda), siniestra, música fantasiosa (con theremin incluido). Destacaba la guapa violinista tocando el violín a lo punk (y el chelo como una guitarra ;-)) pero sobre todo destacaba el cantante: Mathias Melzeu. Un loco de pelo rojo, un leprechaun, un hombre de goma que no paró de saltar, caerse, rebotar, gritar, bailar breakdance, menear el pandero, hablar en una mezcla de francés, inglés y español provocando y contagiando a todo el público. ¡¡¡El mejor pogo que he bailado en mi vida!!!
El mejor momento llegó cuando saltó desde el escenario y cruzó todo el recinto sobre los brazos del público hasta llegar al otro lado de la sala, subir por unos andamios y seguir cantando desde lo alto sin micro. ¡¡¡Qué monstruo!!!
Al final, para sorpresa de todos, consiguió que también el director de la orquesta, un hombre de unos 50 años saltara al público para vivir la que, sin duda, sería una de las experiencias de su vida.
De lo mejor de este FIB y era sólo el 2º concierto.

A las 18:50 salían Babyshambles y se ponía en evidencia la cantidad de ingleses que había en el festival. El concierto se llenó de gente con pinta de hooligan con ganas de cantar y empujar para después seguir con la cerveza.
Babyshambles es (se supone) importante por su cantante, Pete Doherty, el más autodestructivo de los famosos actuales, el Sid Vicious de nuestros días, un poeta escondido, el novio de Kate Moss. Todo esto precede al chiquillo pero, la verdad, a mi no me dice mucho. Ni él ni sus canciones. Debe ser que no he leído las letras. Recibido como un mito por la gente que lo miraba con todo el morbo del mundo su concierto fue normalito tirando a flojo. Su música bebe sobre todo de los Clash y no le veo nada más especial. Lo mejor del concierto estuvo en la aparición sorpresa de Shane McGowan, el clásico cantante de los Pogues que, borracho, gordo y sin dientes, cantó balanceándose el Dirty Old Town. Eso sí que fue un momento memorable. El resto del concierto más que Babyshambles fue Babytimo.


Tocaba cambio de escenario. Venían los nombres grandes. Para ir calentando el escenario a las 21:00 salían los Futureheads. Su música es resultona, con sus coros a varias voces y sus canciones rápidas y concretas, pero quizás se hacen un poco monótonos para un concierto. Lo mejor la versión de Kate Bush (primera del festival) del Hounds of Love chula, chula.

Y nos fuimos preparando para los achuchones. A las 22:25 venían los primeros clásicos del festival: Pixies.
Será más o menos discutible el que se hayan arrejuntado sólo por el dinero (ellos mismo lo admiten) pero lo que resulta indiscutible es que escuchar esos pedazo de canciones en las voces e instrumentos de sus creadores es todo un gustazo. Resulta hasta emocionante. Esos jadeos de Tame, ese Debaser, ese 'If man is five then the devil is six and if the devil is six then God is Seven' del Monkey gone to Heaven, esa guitarra del Here comes your man. Momentos impagables. Y la gente les tenía ganas. Me sorprendió ver la pasión con la que se les recibió. Está claro que para los de nuestra generación es un clásico pero no imaginaba hasta que punto había calado en los más jóvenes. Tanto que entre achuchón va, achuchón viene, empujón por aquí, empujón por allá de pronto Frank Black da la primera sorpresa del Festival. Cortó el concierto dejando boquiabierta hasta a la mismísima Kim Deal que se despedía entre sonrisas.
Las teorías se disparaban Que si alguien se había desmayado y lo estaban pisoteando, que si había intentos de avalanchas. Comenzaron a aparecer mensajes indicando que no se empujara y aconsejando qué hacer en caso de emergencia. Seguridad nos pidió que nos alejáramos de la valla y comenzaron a reforzarla poniendo barras de hierro. Por lo que parece la valla había cedido un poco con los empujones y el Frank Black se acojonó un poco y prefirió cortar. Lo que hay que ver.
Tras unos 20 minutos de parón volvieron y terminaron su concierto. Muy chulo. La única pena que el fucking cámara de las narices me tapó todo el concierto a Kim Deal y no pude verla casi. Una pena. Al final se asomó para despedirse, que maja. Ahora tiene pinta de madre. Y una sonrisa encantadora :-)

Después de los Pixies venían otros clásicos, Echo and the Bunnymen a las 23:55. A estos los habíamos visto en Febrero en el Cervantes por lo que la expectación era un poco menor. De todos modos escuchar clásicos como The Cutter, Rescue, Lips like sugar o la que presentó como mejor canción de la historia The Killing Moon es una gozada. Me gustaron más en el Cervantes: era la primera vez y un teatro es un espacio más apropiado para un concierto que un escenario tan abierto (me contradigo con lo que pasó con Belle and Sebastian). Quizás sus devaneos a lo Jim Morrison sobraron un poco para un público que estaba esperando a los Strokes. Pero por los comentarios que me hicieron después parece que no sobró nada. A todos les pareció un concierto magnífico. Como anécdota ese viernes llevaba una camiseta de ellos, para dejar claras mis intenciones (curiosamente fue la única que vi) y tanto antes como después del concierto me paraba la gente alabándome al grupo o felicitándome por el concierto... como si yo hubiera hecho algo :-D
Lo mejor. Al terminar el concierto y tirar el setlist adivináis quien lo cogió...? Jeje, ya tenemos 2, el del Cervantes y el del FIB :-D

Y para terminar esa noche en ese escenario a la 1:20 venían The Strokes. Tenía bastantes ganas de ver ese concierto ya que, aunque la crítica los tacha de que no son tan buenos a mí me parecen muy divertidos y de lo más animado para un festival.
Un pedazo de concierto. Para mi un gusto ver a the Girl with the thorn in her side disfrutar con cada una de las canciones. Ya podía haber sido más largo para seguir viéndola así de feliz.

Y después de eso nuestra horita y pico hasta el camping y hasta mañana que será otro día.