maladjusted

El bloc de un Pop Daddy, Daddy Pop

martes, agosto 16, 2005

Vertigo en Madrid. La previa

(Como el resumen me ha salido demasiado largo, lo divido en dos partes)

Lo bueno y lo malo de un concierto de una mega-banda en una ciudad lejana es que de pronto te das cuenta de que casi le has dedicado 2 días al concierto. Tanto tiempo para una actividad que en sí dura 2 horas y pico. Y tanto tiempo hace que el evento alcance una categoría entre mística y mítica (poned y quitad la ‘s’ al gusto). Tantas horas de espera, de nervios, de resistencia.
Está claro que te lo puedes tomar de un modo más relajado, pero si eres un fanático fan fatal debes pegarte las horas de cola, los achuchones de entrada, la carrera por el campo, los empujones, los pisotones, el calor, el sol, la impaciencia de otros, tu propia impaciencia y no olvidarte de disfrutar cuando, de pronto, aparezca la banda de tus entrañas. Entre fotos, coros, canciones, pantallas, aproximaciones, devaneos, de pronto te das cuenta que llevas 3 o 4 canciones y todavía no estás disfrutando plenamente el momento, sintiéndolo, siendo consciente de él. Sonríe y déjate llevar que dura mucho menos de lo que parece. Y es que no son los mismo 2 horas de examen o 2 horas instalando un programa o 2 horas en un atasco o 2 horas aburrido sin nada que hacer que dos horas de concierto. Que 2 horas de ESTE concierto.

Como comento el concierto empieza pronto, muy pronto. Empieza tan pronto como te levantas por la mañana para salir de viaje. Al final decidimos ir y volver en autobús (y menos mal), para evitarnos la paliza pre y post concierto con el cansancio acumulado en las piernas, y pasar la noche en un hotel en Madrid. Así sobre las 6:30 estábamos levantados preparándonos. ¿Por qué los viajes de ida siempre se hacen más largos, pesados, cansados, nerviosos, tensos que los viajes de vuelta? Pues no lo sé pero de nuevo fue verdad. Entre la incomodidad de las piernas, los nervios de si podríamos coger buen sitio… que paliza! Mi experiencia previa de concierto de U2 fue un poco decepcionante, ya que llegamos sobre las 17:00 al estadio y eso implicó verlos como unos pequeños muñequitos en el lejano escenario y contentarme con los pantallones para enterarme de algo (eran tiempos de Zooropa).

Finalmente, y como esperado, llegamos a Madrid a las 14:30. Entre metros y caminatas nos plantamos en la puerta del estadio sobre las 15:00. Nada más llegar allí se preveía el desastre. Varias colas desorganizadas sin vallas ni nada que las ordenara un poco. Una aglomeración de gente delante de la puerta de entrada general con amagos de insolaciones y cubos de agua desde lo alto. Y un montón de gente cual buitres preparados para saltar al ataque en cuanto se abrieran las puertas y aprovechar el seguro descontrol. Nos pusimos en la cola que más parecía la nuestra hasta que al momento alguien nos comentó que esa cola no era buena, que la buena era la que estaba al otro lado de la única valla que había. Como parecía más lógico nos mudamos a esa cola. Sobre las 16:00 apareció la policía montada de Madrid y se nos confirmó que ni se sabía como iba a ser ni la entrada ni el control que se iba a imponer. Ellos sólo estaban allí por si la gente se desmadraba demasiado. Para rematar la faena a eso de las 17:00 nos dicen que la cola en la que estamos no es la de entrada general: unos dicen que sí dejarán entrar y otros que no, así que ante la duda nos mudamos al batiburrillo en que se había transformado la cola inicial y entre el descontrol y el cabreo decidimos avanzar todo lo que pudiéramos independientemente de cola, es decir, que nos colamos… bastante cabreados estábamos.

VAYA ASCO DE DESORGANIZACIÓN!!!

Así sobre las 17:30 tras estrujamientos sucesivos de esos que parecen que no vas a sobrevivir entramos en el estadio. En ese momento yo sólo veía a gente de ‘organización’ que decía que no corriéramos mientras que el frontal del escenario se iba llenando, así que ni cortos ni perezosos emprendimos la carrera.
En estos megaconciertos de estadio se suele poner una valla separatoria a mitad del estadio para evitar los aplastamientos frente al escenario y se permite el paso a un número determinado de personas al otro lado de la valla o a los que tengan entrada VIP. En mi concierto previo de U2 me quedé al lado malo de la valla lo que hizo que lo viera tan pequeñito. Esta vez tenía que intentarlo. La valla estaba en su sitio así que avancé y avancé hasta que vi una puertecita por donde una señorita permitía la entrada a cierta gente… ¿tenían alguna pulsera? ¿algún identificativo? No!!! La señorita me dijo que entraban los mil primeros, y su contador aún marcaba el 700 y pico :-D
Así que al ataque y para adentro. Y allí nos quedamos frente a los inmensos altavoces, casi al lado de la plataforma, a 4 o 5 personas de distancia, y lo que era mejor… en el lado de Adam Clayton, ya que sí algo quería de este concierto era verlo tocando el bajo, ver y aprender, técnica y estilo. Esa forma de bailar con el bajo que tiene el señor. Como dice el propio Bono el bajista más Jazzy, Sexy y Cool entre muchos. Y ahí lo iba a tener, frente a mi.

El primer telonero fue The Kaiser Chiefs mods acelerados con tendencia al ‘lalalala’ y un poquito de derivación a lo rockero. Cantante inglés seguro bebedor, con mucho cachondeo y bastantes saltos. Tenía ganas de jugar a Bono y ahí se lanzó a correr por la pasarela. Sus singles sonaron claros y aunque se quejaban mucho de que nadie los conocía creo que fueron bien acogidos. Saltaron sobre las 19:00 y terminaron a las 19:40… 2 horas y media para U2

Achuchones, dolor de pies y piernas, dolor de cabeza, sed, sol, calor, humanidad, maleducados y sobre las 20:00 Franz Ferdinand. Son muy buenos, aunque creo que podrán ser mejores. Entre canciones melodramáticas y otras con marcados ritmos bailables destacando el bajista y el batería. Menos cachondos que los Kaisers pero más famosos así que la gente sí se sabía sus canciones y cantaban y coreaban y esto empezaba a animarse. Antes de las 21:00 terminó y ya sólo quedaba una hora para U2

Las piernas me torturaban, la gente se sentaba y no dejaba espacio para poder moverse y los maleducados reclamaban su corona. Como comentario rosa sobre esa hora aparecieron Javier Bardem, Luis Tosar y Fernando León de Aranoa y Javier comenzó a avanzar entre la admiración de la gente hasta ponerse en primera fila. Y de pronto la gente pasó de llamarle guapo y de hacerse fotos con él a increparle llamándole carota y cosas peores que no quedan bien en este blog. Pues digo yo: ‘Si os da coraje, no habedle dejado pasar’. Eso sí, el Bardem se sabía todas las canciones y no paró de saltar en el concierto.
Salen los técnicos. Para los fanáticos de U2 hasta los técnicos tienen nombre: Dallas Schoo, Sam O’Sullivan, Rab McAllister. Son muchos años con ellos, así que se llevaron aplausos y fotos. Y también indicaba que casi estaban allí. En ese momento me di cuenta que me quedaba poca batería y la batería que llevaba de recambio estaba ACABADA!... Tendría que racionar las fotos.