Steamboy
Darth Vader, Scarlett o'Hara, Kane, Charles Dickens, Julio Verne, Revolución Industrial, Tráfico de Armas, capitalismo sin ética, el poder de la ciencia, fusión del hombre y la máquina, todo vale.
Después de Akira, Katsuhiro Otomo vuelve a sorprendernos, bombardearnos, impactarnos con otro cuento, este situado en la Inglaterra del tercer tercio del siglo XIX, es decir, lo más opuesto posible a Akira.
Y nos sorprende sobre todo por demostrar el poder y la fuerza de la animación clásica aprovechando en las escenas que lo necesitan lo bueno que pueden traer los ordenadores. No son ganas de enfrentar una a la otra, pero mientras la industria americana ha abandonado un bando es bueno que siga habiendo gente que demuestre el encanto y la capacidad de la animación clásica.
La película comienza encantando. Desde su introducción al estilo de aventuras de Verne a la realista Inglaterra que se muestra, en plena revolución industrial.
Pronto tenemos la primera escena de acción que nos recuerda a la persecución de motos de Akira y es a partir de ahí cuando se debate del sentido de la ciencia, de su abuso, del futuro del hombre, de la falsedad de la politica y de la ambicion, de la situacion actual con el trágico tráfico de armas, de la hipocresia del capitalismo, del desparrame final (com Akira), de los curiosos titulos de crédito.
Arrasa y aunque cansa un poco en su bloque final, entran ganas de volver a verla.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home